El Meta se suma a la maratónica jornada de Comités Municipales de Reforma Agraria
El departamento del Meta será protagonista en la maratón nacional «Somos Reforma Agraria», con la participación de ocho municipios que ya conformaron su Comité Municipal de Reforma Agraria. Esta jornada, liderada por la Agencia Nacional de Tierras, se llevará a cabo este 14 y 15 de febrero y tiene como objetivo principal impulsar la Reforma Rural Integral del Gobierno nacional.
En el Meta, municipios como Puerto López, Puerto Rico, Puerto Gaitán, Puerto Lleras, Vista Hermosa, Uribe, San Martín y San Juan de Arama reunirán a más de 72 personas en total, quienes representarán a sus comunidades en la construcción de propuestas para una Reforma Agraria cada vez más justa y equitativa. Estos espacios permitirán fortalecer la organización campesina y concertar políticas agrarias que respondan a las necesidades del territorio.
Luz Mila Vásquez, coordinadora de la UGT Meta, hizo un llamado a la participación activa de las comunidades. “Invitamos a todos los campesinos y líderes rurales del Meta a sumarse a esta iniciativa histórica. Los comités son espacios clave de decisión para garantizar que la Reforma Agraria responda a las realidades de nuestro territorio”, dijo Vásquez. “Su participación es fundamental para construir un futuro más justo y próspero para el campo”, enfatizó la funcionaria.
El conocimiento de las realidades de los territorios y sus comunidades contribuirá a la firma del Pacto por la Tierra y la Vida en Chicoral, Tolima, el 21 y 22 de febrero. Este será un paso decisivo para garantizar el acceso a la tierra y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales en todo el territorio nacional, y continuará con la ejecución de la Reforma Agraria que, por fin, después de 30 años, el Gobierno del Cambio decidió sacar adelante.
Con estas acciones, la Agencia Nacional de Tierras en el Meta reafirma su compromiso con la Reforma Agraria y el fortalecimiento de las organizaciones rurales, en un proceso que busca transformar la realidad del campo colombiano y garantizar la justicia social para las comunidades que, por décadas, fueron víctimas del olvido del Estado, del conflicto armado y de la falta de oportunidades, producto de la centralización de las políticas que mantuvieron a los campesinos y productores fuera de la agenda de inversión y gestión nacional.